Chistes de viejos, chistes de abuelos
En el asilo de ancianos, le pregunta un abuelo a otro:
- ¿Por qué golpeaste a tu compañero de cuarto?
- Por abusivo.
- ¿Por abusivo?
-
Sí, usaba mis camisas, mis corbatas y mis trajes, y no me importó. Lo
que no pude tolerar fue que se riera de mí con mi propia dentadura
postiza.
Cuando mi abuela tenía 60 años, el médico le
recomendó que caminara 5 kilómetros diarios... Ahora tiene 90, pero no
sabemos dónde está.
Una viejita va a la cárcel y le dice al vigilante de la puerta:
- Vengo a hacer una visita conyugal.
El guardia le dice:
- ¿Usted abuela? ¿a una visita de esa clase, pero con quien?
- Ah, pues con el que sea, con el que sea.
Se trata de una pareja de viejitos. La señora lleva a su esposo al otorrino por que no escuchaba absolutamente nada.
El doctor lo examina y le da el diagnóstico a la señora:
- Su esposo lo que tiene es otitis testicular.
- ¿Pero qué es eso doctor?
- Mire señora, lo que pasa es que a su esposo le pasa por las bolas todo lo que usted le dice.
Estaban varios viejitos en una celebración. Uno de ellos, se levanta y anuncia:
- Cuando me muera quiero donar mis ojos.
Otro se levanta y dice:
- Cuando me muera quiero donar mi hígado.
Todo
el mundo empieza a decir lo que va a donar cuando se muera. Le llega el
turno al último, un octogenario, y muy serio declara:
- Cuando yo me muera voy a donar mi pene.
Todos los presentes exclaman:
- ¡Que grande! que generosidad, que maestro, nadie nunca se había ofrecido para donar eso!
Todos gritaron:
- ¡Viva el buen señor que va a donar su pene!
Con el fin de felicitarlo, todos empiezan a gritar:
- ¡Qué se pare! ¡Qué se pare!
El viejito, con una sonrisa, dice:
- ¡Ay.. sí, se me paró!... ahora no lo dono un carajo!
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